El verano es el tiempo de playa, piscina, mojito y ….fiestas de los pueblos. Y es que para los que no pueden ir a la playa, siempre les queda acudir al pueblo de su infancia. Allí es el momento de barbacoas, de recuperar la tranquilidad, ver a antiguas amistades y de disfrutar de las fiestas patronales. Son muchas las anécdotas que hay sobre las fiestas. Sin embargo, este año son muy especiales. La presencia del coronavirus ha provocado que muchas se hayan suspendidos. Pero eso no quiere decir que no haya tiempo para poder reunirse. Y es las fiestas de los pueblos han sabido reinventarse.
Los Ayuntamientos quieren ofrecer otro programa alternativo pese a que hayan cancelado sus fiestas. Nos olvidamos de los conciertos con macroorquestas, y también de las grandes aglomeraciones. Es el momento de darle a la cabeza y buscar actos divertidos pero que no concentren a muchas personas. Es el momento de que la gente de los pueblos pueda disfrutar de sus fiestas. Algo que no pasaba desde hace mucho tiempo por culpa de la visita de gente de fuera, en su mayoría, por culpa de la celebración de los botellones. Es el momento de buscar un plan B.
Aunque los grandes conciertos están prohibidos, no así, los pequeños. Por tanto, se pueden celebrar miniconciertos de por ejemplo, música tradicional de cada pueblo. Además de gustar mucho entre los mayores, será la mejor ocasión para distraerse de los problemas del día a día. También se puede contratar los servicios de una orquesta de música clásica. O de algún grupo de flamenco. Eso sí, estas actividades siempre se tendrían que hacer entre semana. ¿Por qué? Pues porque si se hace en fin de semana tenemos la posibilidad de que acuda más gente. Y en tiempos de coronavirus, es lo que no queremos.
Cine y arte
También se puede apostar por un cine al aire libre. En esta ocasión habría que medir la distancia para colocar las sillas. Es una idea que seguro que los más mayores del pueblo recuerdan ya que hace muchos años ya se hacía.
Otra buena opción es la de hacer una paella gigante. Pero en este caso contando con profesionales. En Paellas Gigantes Rossini las realizan in-situ allá donde el cliente les requiera. Para ello cuentan con quemadores especiales de gas, y paelleras de un máximo de 50 comensales, haciendo tantas paellas gigantes como sean necesarias. Pero en este caso, si el pueblo es pequeño una de 50 personas puede ir muy bien para evitar las aglomeraciones. Además, luego desde el Ayuntamiento se tendrían que poner otras medidas. Pero está claro que la opción de hacer una paella es una gran idea.
El deporte también puede tener protagonismo. Aunque en este caso vamos a huir de las competiciones por equipos. Ahora mismo son muchos los pueblos que tienen canchas de pádel. O incluso recuperar la memoria del pasado y hacer torneos de frontón. La verdad es que era algo muy típico de los pueblos castellanos y eso se ha dejado de hacer.
Actividades infantiles
Los niños son el alma de la fiesta. No nos podemos olvidar de ellos. Por lo tanto se podrían organizar varias actividades de juegos. Me refiero a por ejemplo, concursos de baile, de cantar, de lanzar, o de deporte. Ellos lo van a agradecer y además esto no supone grandes aglomeraciones. Será un buen momento para que los padres están más tranquilos. Por supuesto no nos podemos olvidar de los típicos concursos de karaoke o de Tu Cara Me Suena. Son actos que no reúnen a mucha gente y se puede aprovechar la plaza del pueblo.
Son muchos los bares y establecimientos de pueblos que van a sufrir esta crisis en primera persona. Por eso, es muy importante que sigamos haciendo las compras en estos lugares y no vayamos a centros comerciales. Las fiestas de los pueblos son sagrados, pero este año tienen que ser más raras. Seguro que el año que viene lo cogeremos con más ganas. ¿Verdad?
Todo apunta a que con distancia de seguridad, prudencia y responsabilidad individual, se podrá celebrar alguna de las fiestas de la provincia. Todavía habrá que tener paciencia pues estos programas festivos no se conocerán hasta una semana antes, pues deberán adaptarse a la evolución de la situación sanitaria y epidemiológica de la crisis del Covid-19. Ojalá que entre todos podamos hacer de este verano uno muy especial. Lo que está claro es que siempre será recordado.