El nuestro es un país que ha estado ligado, de una manera bastante importante sobre todo desde la década de los 70 del siglo pasado, a un sector como lo es el del ladrillo. En aquella época, España empezó a descubrirse como una de las potencias turísticas de todo el mundo. Para terminar de hacer eso posible, eran necesarias muchas segundas viviendas y muchos edificios para hoteles. El resultado fue el aumento de la construcción en el interior de nuestras fronteras de una manera realmente potente, algo que parecía ser lógico y normal.
Lo cierto es que esta actividad se ha ido extendiendo con el paso de los años. Aunque podemos decir que España consiguió satisfacer su demanda de viviendas, apartamentos y hoteles, la verdad es que se siguió construyendo hasta un momento en el que, en realidad, no hacía falta más. Y esto nos preocupa en la actualidad porque, según hemos visto en una noticia que fue publicada en agosto de 2018, el número de viviendas terminadas en España continuaba aumentando, en este caso en un 16%. La pregunta es: ¿seguimos construyendo sin que realmente sepamos si hace falta al conjunto de nuestra población?
Nuestras preocupaciones se multiplican si, además de todo lo que ya hemos comentado, seguimos atendiendo a noticias como de la os vamos a hablar a continuación, que fue publicada en el diario El País durante el mes de febrero del año pasado y que indica que España volvía a construir más de 100.000 viviendas al año. Es decir, seguimos apostando por construir y construir en lugar de hacerlo por lo que de verdad sale más barato, más rentable y menos problemático a corto y largo plazo: rehabilitar. Esa es la verdadera necesidad en los tiempos en los que nos encontramos.
La actualidad invitaría, desde nuestro punto de vista, a apostar más por lo que tiene que ver con la rehabilitación que con la construcción nueva. Máxime teniendo en cuenta que buena parte de nuestros edificios fueron construido durante los años 70 y que ya necesitan un cambio de imagen y algunas reparaciones que son urgentes para que la vida de la gente que los habite siga los cauces habituales sin ningún tipo de peligro ni riesgo. Pero, curiosamente, cuando parecía que la rehabilitación podía ser la llave para que el sector saliera de la crisis, nos encontramos con que estamos volviendo a cometer los errores del pasado.
La rehabilitación debe ser la pieza angular sobre la que gire el sector de la construcción en un momento como en el que nos encontramos. Son muchos los edificios que necesitan reparaciones y cada vez más las familias que las solicitan. Especialmente en lo que tiene que ver con una parte imprescindible en las edificaciones: los tejados. Es algo que hemos descubierto gracias a entidades como Cubiertas Estévez. Sus responsables nos han comentado que, desde hace un par de años, ha crecido de una manera más que notable el número de personas que ha solicitado sus servicios.
Seguir los ejemplos de Alemania y otros países europeos, clave
En este sentido, España tiene que ser inteligente y obtener datos acerca de cómo ha funcionado la actividad relativa a la rehabilitación y la nueva construcción en otros países de Europa. Si obtenemos datos de Alemania, tendremos claro que la rehabilitación es la llave del éxito de un negocio como la construcción. En los países europeos que han seguido el ejemplo de los teutones, la verdad es que han terminado con las mismas conclusiones que ellos. ¿Por qué no hacer lo mismo en España?
Está claro que este tipo de cuestiones no se pueden llevar a cabo sin la colaboración de las administraciones públicas, que son elementales en la articulación entre las necesidades de la población y los servicios que deben prestar las empresas para saciarlas. Como veis, son muchos los actores que tienen algo que ver en la actividad de la que os venimos hablando y solo a través de la compenetración de unos y otros y del trabajo en equipo se puede conseguir el éxito. De lo contrario, hacerse con él será muy complicado, prácticamente imposible.
Es evidente que siempre hay cosas que mejorar y que queda mucho trabajo por delante en un país como el nuestro para conseguir que el sector de la construcción se amolde a las verdaderas necesidades de los españoles y las españolas. Conseguir eso debe ser el principal propósito de todos y cada uno de los trabajadores de este sector. Trabajar en este sentido ha de ser una obligación, por tanto, para todas y cada una de las empresas y empleados de este sector. Es algo que tenemos que asumir como propio y a lo que nos tenemos que acostumbrar. Los beneficios nos harán ver que estaremos moviéndonos en lo cierto.