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Cómo proteger tu piel después de una limpieza

La piel de nuestras manos está expuesta continuamente a todos los agentes externos (agua, frío, viento, sol, sequedad) y a muchas actividades continuas en las que entran en contacto con todo tipo de materiales, sustancias y otros peligros, que pueden generar cortes, un roce, una quemadura, un pellizco, un pinchazo, irritaciones y otros efectos negativos sobre sus tejidos.

Por lo tanto, esta necesita unos cuidados extra y una atención especial para poder mantenerla lo más saludable posible, sobre todo si, por ejemplo, utilizamos productos de limpieza o desinfectantes que pueden dañar o resecar nuestra piel.Recuerda que una piel nutrida y protegida estará más preparada para afrontar todo tipo de agresiones, minimizando sus consecuencias.

De hecho, estos cuidados deben ser más exhaustivos hoy en día que hay que hacer limpiezas profundas y constantes para mantener a nuestros seres queridos y a nosotros mismos protegidos contra la amenaza del Coronavirus. Además que otra de las medidas de higiene clave para preservar nuestro bienestar ante esta pandemia consiste en el lavado habitual de manos con agua, jabón, y gel antibacterial. Medidas que pueden estar provocando que luzcas unas manos desastrosa, completamente secas y ásperas, ya que todo esos productos de limpieza y desinfectantes dañan tu piel.

Sigue leyendo que aquí te comentaremos todos los cuidados que debes tener para proteger tu piel después de hacer limpiezas o utilizar productos desinfectantes nocivos para ellas.

¿Qué se puede hacer para evitar esto?

Para proteger nuestras manos después de una sesión de limpieza profunda, los expertos en productos de desinfección y limpieza de Chiwawap nos recomiendan  los siguientes cuidados:

  • Usar guantes protectores

Existen dos versiones de esta historia: una que dice que los guantes efectivamente benefician a la persona que los usa y otra que cuenta que el material de los guantes le genera problemas a tus manos.

El gran dilema develado es que si, los guantes son muy útiles para proteger nuestras manos de ciertos productos, pero debemos cambiarlos cada cierto tiempo para que no se contaminen y las bacterias que se puedan alojar ahí lleguen a nuestras manos y las dañen.

Si además quieres protegerlas con algo más que los guantes, el aceite puede ser una opción ideal. Esto porque la hidratación es un factor fundamental, ya que nos ayuda a fortalecer las capas de la piel, mientras que las defiende los químicos que se encuentran en los detergentes y los productos de limpieza; y es que incluso la constante fricción de la esponja desgasta la piel. Por eso te recomendamos el aceite de almendras o rosa de mosqueta para que te lo coloques en tus manos una o dos veces por día, para mantenerlas hidratadas y suaves.

  • Quítate los anillos si limpias sin guantes

Si igual optas por no usar guantes, lo mejor es que te quites todo tipo de joyas o bisutería antes de limpiar. Esto no solo para que no se deterioren o pierdan, sino porque estos materiales también pueden impregnarse de los químicos con los que limpias y pasarlos a tu piel incluso después de haber terminado la limpieza.

  • Cuida tus manos para evitar el olor a lejía

Utiliza cremas para proteger tus manos del olor de la lejía u otros productos de limpieza, además que esto también retrasará su envejecimiento.

  • Lava tus manos a conciencia

Lavar las manos no solo se trata de tirarles agua y ya. Una limpieza correcta implica unos 20 segundos en los que debes crear espuma para distribuirla en las palmas de la mano, la punta y el espacio entre los dedos, la punta de los dedos (uñas también) y todos los espacios posibles.

 También hay que hacer un baño por las mañanas, con jabón suave y a temperatura media, y estar pendiente de untarte mucha crema en las manos de 3 a 4 veces al día.

  • Elegir el jabón

Ya que hablamos de la importancia de un lavado de manos correcto, tenemos que hacer hincapié en el jabón que utilizamos.

Sucede que por comodidad, si estás más cerca de la cocina elijas lavarte ahí y no en tu baño. Sin embargo, algo fundamental para cuidar tu piel es no elegir este tipo de aseo cuando existe el jabón en el baño. Esto porque debemos usar esos jabones con propiedades hidratantes, e incluso esos que vienen con extractos de plantas y flores que son súper beneficiosos y que solemos tener solo en nuestro baño.

  • Agentes limpiadores respetuosos

Continuando con el punto del jabón, hay que acotar que nuestras manos también pueden resecarse si se lavan en exceso o si se hace con el jabón inapropiado.

El agua reseca la piel ya que elimina parte de la grasa natural presente en la barrera hidrolipídica, y esta sequedad se acentúa si usamos jabones con ingredientes agresivos que arrasan literalmente esa barrera de protección, como es el caso de los sulfatos sintéticos, siendo los más frecuentes el Sodium Lauryl Sulfate y el Sodium Laureth Sulfate.

Por el contrario, los jabones naturales y ecológicos ofrecen una limpieza suave y respetuosa que no altera la barrera hidrolipídica y además no contamina las aguas al no contener ingredientes sintéticos.

  • Cremas naturales y nutritivas

Para mantener la hidratación y flexibilidad de la piel de las manos, te recomendamos aplicar una crema nutritiva al menos una vez al día, y si es posible, tras cada lavado. Intenta hacerte con fórmulas ricas en aceites vegetales y mantecas que protejan tus manos y uñas debidamente.

  • Manicura

Hacerse las manos no implica gastar una gran cantidad de dinero en una manicura. Puedes hacerlo incluso tu mismo, siempre que te encargues de exfoliar bien toda la zona y también sacar la piel muerta para dejar lugar a que se regenere.

Para esto puedes mezclar una crema humectante que tengas con azúcar, alguna sal marina o avena ´para crear un excelente exfoliante casero.

También puedes llevar a cabo una sesión de exfoliación para eliminar la suciedad y las células muertas.

Y, por supuesto, no te olvides de cuidar tus uñas. Úntate crema o aceite para las cutículas y colócate un protector que las deje duras y brillantes.

  • La alimentación también cuenta

Aunque no lo creas, también es importante llevar una alimentación balanceada. Esto quiere decir que es importante incluir alimentos que contengan proteínas, vitamina E y B en tu dieta diaria, para mantener las uñas fuertes y la piel sana e hidratada.

  • Usa protector solar

Aunque permanezcamos mucho tiempo dentro de casa, también puede que estés haciendo labores en el patio o en el jardín, por lo que será necesario proteger la piel de las inclemencias del sol con un buen protector solar.

La limpieza frecuente de las manos es primordial

Necesitamos utilizar nuestras manos para tocar múltiples objetos, superficies o sustancias a lo largo del día, y en muchos de esos casos desconocemos su estado de higiene. Por esto y las otras razones que hemos desarrollado antes en este artículo es primordial que lavemos frecuentemente nuestras manos tras llegar de la calle a casa, tras la compra en el supermercado, el trayecto en autobús, jugar con los niños en los columpios… En especial, hoy en día que también debemos estar limpiando nuestras manos con desinfectantes a base de alcohol  para evitar contraer enfermedades.

Recuerda que la cantidad de bacterias presentes en todo lo que tocamos puede hacer que nuestras manos puedan sufrir algún tipo de afección (eccema, irritación, infección). Esto, aunque ocurre con poca probabilidad y suele darse en personas con piel sensible o faltas de defensas, ya que muchas de las bacterias son inofensivas para la piel, es una amenaza de la que nos debemos cuidar.

Además, cuando nos llevamos las manos a la boca, a los ojos o a la nariz trasladamos a ellas los millones de bacterias que cogimos al agarrarnos a un pasamanos o abrir una puerta de un sitio público, por ejemplo.  

Hábitos saludables y constancia son la clave del éxito

Hemos visto la importancia de una correcta higiene y nutrición de las manos y algunos cuidados para garantizarlas. No obstante, queremos terminar este artículo compartiendo contigo algunos hábitos sencillos  que nos pueden ayudar a mantener las manos suaves y bonitas:

  • Evitar lavar las manos con agua muy caliente.
  • Proteger las manos con guantes para protegerlas del frío y del viento.
  • Evitar el contacto con productos de limpieza y otras sustancias que las pueden perjudicar, por medio de guantes y formulaciones.
  • En caso de piel muy dañada o grietas, aplicar una fórmula muy nutritiva por la noche y dormir con guantes de algodón, para potenciar la efectividad de la crema.
  • Exfoliar las manos periódicamente. Este es un pequeño gesto en el que no reparamos y que ayuda a retirar impurezas de la piel, dejando a esta más receptiva a los tratamientos nutritivos.
  • No abusar de los geles bactericidas, lo mejor es que siempre que sea posible optemos por lavar las manos con agua y jabón antes que aplicar estos geles.
  • Ser constante en el cuidado y nutrición de las manos, de forma que se pueda mantener o recuperar la elasticidad y jugosidad de la piel.

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