La importancia de la salud bucal, en su mayoría depende del individuo directamente, si bien es cierto que el odontólogo y que hacer las visitas regulares para las revisiones o para solventar diferentes problemas, son necesarias, es mucho lo que se hace desde casa y que no es responsabilidad del doctor, sino de nosotros.
Siendo así, no basta solamente con cepillar nuestros dientes después de cada comida y usar el hilo dental, que indiscutiblemente son cosas que debemos hacer, sino también entender que hay alimentos que hace mucho daño a nuestros dientes y que si bien es cierto que capaz no podemos dejar de consumirlos, hay que saber cuales son y cuales son las medidas que debemos tomar en cuenta cuando los consumimos.
Y es que hay comidas que consumimos habitualmente que pueden resultar muy perjudiciales para los dientes y las encías. Alimentos excesivamente duros, pegajosos, con demasiados azúcares, muy ácidos o cargados de pequeñas semillas y residuos son grandes enemigos de tu esmalte, tus piezas dentales y tus encías. Por ello hemos realizado una lista con la ayuda de Belmonte Centro avanzado de Odontología, quienes no solamente nos compartirán los alimentos que debemos reducir, sino también la mejor técnica para cuidar nuestra salud bucal en casa.
14 alimentos que debemos reducir para cuidar nuestra salud bucal
- Agua caliente con limón: Será mejor que prescindas de bebidas ácidas calientes como el agua de limón, ya que la acidez erosiona el esmalte de los dientes y deja expuesta la dentina, que además de tener un color más amarillo es más sensible y puede producir dolor.
- Hielo: Si te gusta masticar hielo, será mejor que abandones este hábito: su dureza desgasta los dientes y puede romperlos.
- Bebidas energéticas: Este tipo de bebidas son muy ácidas y tienen un alto contenido en azúcar, multiplicando el riesgo de sufrir caries.
- Pasas bañadas en chocolate: Lo mejor es evitarlas, porque son muy perjudiciales para los dientes, tienen mucho azúcar y al ser pegajosas se adhieren a la superficie de los dientes, con gran peligro de causar caries.
- Bebidas deportivas: Este tipo de bebidas, además de nutrientes y electrolitos, vienen cargadas de azúcares que pueden producir caries.
- Fruta en conserva: Mucho cuidado con la fruta enlatada porque puede ser una bomba para tus dientes, especialmente si es en almíbar, ya que su contenido de azúcar es alto.
- Palomitas de maíz: Aunque a simple vista te puedan parecer inofensivas, las palomitas te pueden dar un buen susto. Los dentistas señalan que muchas personas se rompen una pieza dental por masticar los granos duros que no se han llegado a abrir, y es habitual que las cáscaras queden atrapadas entre los dientes y las encías, provocando infecciones y dolores.
- Fruta seca: Las ciruelas y uvas pasas, los orejones de melocotón o la piña y la papaya desecadas, entre otras frutas con este tratamiento, pueden ser un desastre para los dientes. Esto es debido a los azúcares que contienen y a que son muy pegajosos, por lo que quedan adheridos en los surcos de los molares y causan caries.
- Bebidas dulces de café con leche: Los dentistas advierten que la exposición constante a la leche y el azúcar durante una hora o más dificulta que la saliva combata los azúcares y ácidos producidos por las bacterias, lo que puede dar lugar a caries.
- Pipas: Pelar pipas con los dientes puede hacer que se astillen, por lo que es recomendable evitarlas o comerlas ya peladas.
- Gominolas: Mantente lejos de los ositos de goma y gominolas de otros tipos, porque son terribles para tus dientes. Al ser pegajosos se quedan adheridos a las muelas y producen caries.
- Carne a la barbacoa: El problema no es la carne en sí, sino las salsas que se utilizan para recubrir y darle sabor. Estos aderezos son pegajosos y tienen azúcares que te causarán caries.
- Barritas de granola: Se han puesto muy de moda en los últimos años pero, aunque a simple vista puedan parecer sanas, contienen muchos azúcares y en ocasiones son demasiado duras, por lo que pueden romper los dientes, dañar el esmalte y producir caries.
- Bebidas Alcohólicas: El alcohol causa deshidratación y la boca seca. Las personas que beben en exceso pueden encontrar su flujo de saliva reducido con el tiempo, lo que puede conducir a la caries dental y otras infecciones orales, tales como la enfermedad de las encías. El consumo excesivo de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer de boca.
Para nadie es un secreto que cambiar los hábitos alimenticios o quitarnos esos gustos puntuales, es bastante difícil, lo importante es saber que no tenemos que eliminarlos del todo, sino ser conscientes de que hacen daño para tomar las medidas necesarias para evitarlo.
3 reglas de oro para realizar una higiene bucal adecuada en casa
Una buena higiene bucal en casa, nos ahorrará muchas visitas al odontólogo, pues sólo deberemos asistir a los controles anuales para limpiezas, blanqueamientos, o en caso de emergencias.
La higiene bucal en casa no es difícil, solamente hay que saberla ejecutar, de nada sirve cepillarnos después de cada comida, usar el hilo y enjuague bucal, si no lo hacemos correctamente, por ello, hablaremos de cada uno de estos puntos, para que los hagamos de la forma indicada por los profesionales y que así, estemos cumpliendo con nuestra parte del trato, en lo que a salud bucal se refiere:
Cepillado
- Coloque el cepillo de dientes formando un ángulo de 45° con las encías.
- Mueva el cepillo adelante y atrás suavemente con movimientos cortos que cubran los dientes por completo.
- Cepille los dientes por las superficies exteriores, las interiores y las de masticar.
- Para limpiar las superficies interiores de los dientes frontales, incline el cepillo en sentido vertical y realice varios movimientos arriba y abajo.
- Cepíllese la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco.
Hilo dental:
- Tomando unos 45 cm (18″) de hilo dental, enrolle la mayor parte del mismo alrededor del dedo anular, dejando 3 o 5 cm (1 ó 2″) de hilo para trabajar
- Sostenga el hilo dental tirante entre los dedos pulgares e índices, y deslícelo suavemente hacia arriba y hacia abajo entre los dientes
- Curve el hilo dental suavemente alrededor de la base de cada diente, asegurándose que pase por debajo de la encía. Nunca golpee ni force el hilo, ya que puede cortar o lastimar el delicado tejido gingival
- Utilice secciones de hilo limpio a medida que avanza de diente en diente
- Para extraer el hilo, utilice el mismo movimiento hacia atrás y hacia adelante, sacándolo hacia arriba y alejándolo de los dientes
Enjuague bucal:
- Utilice la cantidad correcta: Una forma de asegurarse de que utiliza la cantidad correcta de enjuague bucal es utilizar un dispensador. Estos dispensadores están disponibles en una variedad de fuentes. Cada bomba dispensa una pequeña cantidad, asegurándose de que solo salga la cantidad suficiente del enjuague, lo cual es especialmente útil si usted está supervisando a un niño que está usando el enjuague bucal. El dispensador también ayuda a evitar derramar y desperdiciar el enjuague. Dependiendo del dispensador, es posible que necesite accionar la bomba más de una vez a fin de obtener la cantidad deseada para adultos.
- Diluir si es necesario: Asegúrese de leer la etiqueta de cualquier marca de enjuague bucal que usted elija. Diferentes marcas tienen diferentes concentraciones y algunas pueden recomendar que se les diluya con agua. Recuerde, si la etiqueta no dice para diluir, entonces usted no podrá obtener el beneficio total del enjuague bucal si los ingredientes que eliminan los gérmenes están en un nivel inferior de concentración.
- Mire el reloj: Una de las claves para usar correctamente el enjuague bucal es hacer buches con el mismo por la cantidad correcta de tiempo. Lea la etiqueta del producto. La mayoría de los enjuagues bucales recomiendan realizar buches con el producto de 30 segundos a un minuto y luego escupirlo.
Importante: El enjuague bucal no es un reemplazo, es esencial recordar que ningún enjuague bucal es sustituto de la rutina de cuidado oral regular de cepillado dos veces al día y del uso de hilo dental todos los días. Así que, incluso si su odontólogo le recomiende o prescriba un enjuague bucal, igualmente usted tiene que seguir su rutina completa de cuidado oral para mantener una buena salud dental.
Dicho esto, lo importante es que seamos conscientes de la responsabilidad que tenemos en cuanto a la salud e higiene bucal, y que no solamente llevemos a cabo los cuidados de los que hablamos anteriormente, sino que también sepamos que la mejor medicina es la preventiva y que si bien es cierto, que cumplir con todas estas recomendaciones no nos garantiza estar eternamente sanos, la probabilidad de sufrir enfermedades bucales, es muchísimo menor.
Otro aspecto importante a destacar es que el odontólogo es tan necesario como lo es tener un médico de cabecera, pues ellos sabrán cómo ayudarnos eficientemente ante los problemas bucales que podamos presentar, y nos ayudarán a solventarlos. Por lo que tenerle miedo a ellos, puede perjudicar seriamente nuestra salud, integral. Recordemos que la boca no es un ente separado de nuestro organismo y que lo que allí ocurra, afecta otras zonas del cuerpo.