El vino es una de las bebidas más antiguas y sagradas de la historia de la humanidad y, aunque ahora parezca que para su producción se necesita de una gran infraestructura, lo cierto es que, hasta hace relativamente poco, sus procesos de fabricación eran bastante primitivos y, sin lugar a dudas, aptos para realizar de forma casera.
¿Te gustaría producir tu propio vino? En este post vamos a contarte un poco sobre cómo podrías empezar.
Infórmate lo suficiente sobre el proceso
Este texto puede servirte para hacerte una idea general sobre los pasos a seguir para producir tu propio vino casero, pero, sin lugar a dudas, no será suficiente. Se trata de una actividad que, aunque es relativamente accesible a cualquier persona adulta, sí requiere de una cierta complejidad y conocimiento sobre los procesos y sus tiempos. Por ello, para lograr optimizar el resultado y no perder el tiempo, te recomendamos que te informes en profundidad sobre cada paso. Investiga a través de internet, en libros, cursos, talleres o visitando a profesionales que te enseñen desde la práctica.
Consigue uvas de calidad
El vino se obtiene a través de la fermentación de zumo de uva y, como es evidente, el ingrediente fundamental son estos deliciosos frutos verdes o morados. Para adquirir uvas de calidad existen distintas maneras. Si tuvieses el terreno suficiente, podrías tener tu propio cultivo. Evidentemente, lograr que una vid, salga sana y tenga una buena producción, no es tan sencillo, pero puede resultar muy emocionante. Además, no necesariamente tienes que cultivar la parra desde cero y esperar a que crezca. Los especialistas de Plantvid nos hablan de las posibilidades de emplear injertos o trasplantes de cepas de vid aptas para plantaciones ecológicas y biológicas.
Sin embargo, si no te sientes capacitado o capacitada para iniciar el proceso desde el principio, o si, simplemente, no tienes tiempo, también puedes comprar las uvas a un distribuidor. En cualquier caso, asegúrate de que la variedad de los frutos sea de buena calidad. En lo que refiere a las cantidades, dependerá de los litros de vino que quieras lograr pero, por norma general, aproximadamente entre seiscientos y ochocientos gramos de uva, logran sacar un litro de vino. ¡Haz tus propias cuentas!
Estrujado y fermentación
Una vez dispongas de las uvas, el primer paso a realizar es estrujar o exprimirlas para extraer el mosto o zumo que contienen en su interior. Antes, esto se realizaba con los pies descalzos o con botas de goma, pisándolas en un barreño. Sin embargo, en la actualidad existen máquinas especiales como prensas o moledoras que facilitan bastante el proceso. Una vez hecho, el mosto debe fermentar y, para ello, ha de almacenarse dentro del recipiente adecuado, como por ejemplo, una vasija; y en un espacio en el que la temperatura no sea superior a 30 grados.
El tiempo de fermentación varía dependiendo de la cantidad pero, aproximadamente, puede tardar de dos días a dos semanas. A continuación, el líquido obtenido pasa por un proceso de fermentación secundaria. Se traslada a otro recipiente, como un fermentador o barril, y es el momento en el que se van a desarrollar los sabores. Estos tiempos son superiores y pueden durar meses o años dependiendo del tipo de vino que estamos fabricando.
Por último, hay vinos que requieren de un período añadido de fermentación o envejecimiento, y suelen almacenarse en barricas de roble, especialmente los vinos tintos.
Embotellado
Llegamos al paso casi final… El embotellado. Si ya hemos logrado una madurez adecuada de nuestro vino, debemos embotellarlo en botellas de cristal, las cuales se pueden adquirir en tiendas de menaje o especializadas en la producción del vino. Normalmente antes de su consumo, se recomienda que repose un tiempo en la botella.
Apuesta por un etiquetado creativo para sorprender a tus familiares y amigos
Este paso es completamente opcional. Sin embargo, queremos animarte a apostar por un etiquetado creativo que defina tu vino. Normalmente, las botellas de vino que se compran en el mercado, llevan una etiqueta que proporciona información acerca de su origen y proceso de fabricación. En este caso, podrías imprimir etiquetas que aludieran a tu propia cosecha para sorprender a tus familiares y amigos.
Disfruta del vino
Llegamos al paso final y más deseado: consumir el vino. Aunque en el mercado existen vinos carísimos y de una calidad incomparable, seguro que ninguno podrá superar al vino fabricado con tus propias manos. Sírvete una copa en compañía de tus seres queridos y disfruta, pero recuerda… ¡consume con moderación! Aunque se trate de vino casero… ¡También puede ser muy traicionero! Además, la OMS dice que el consumo moderado de vino puede reducir la mortalidad. Hay quien se lo cree y quien no pero, sea como sea, el vino es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo a lo largo de la historia. Haciéndolo de manera controlada y de vez en cuando, no tiene por qué haber problemas.