Una de las cuestiones básicas que nos han permitido recuperar la tranquilidad en España en estos últimos años ha sido la salida de la crisis, que era nuestra principal preocupación hasta hace tan solo un par de años o tres. La verdad es que este asunto nos condicionaba demasiado y estaba frenando de una manera bastante peligrosa nuestro crecimiento como país. Y, por suerte, parece que hemos encontrado la manera de sortearla y empezar a trabajar de nuevo en pos de que España crezca a nivel económico y pueda competir con el extranjero en todas las facetas.
Una de las cuestiones que refleja perfectamente el crecimiento al que venimos haciendo referencia es la que tiene que ver con las exportaciones, un elemento clave que define si un país está compitiendo con garantías o no. España está empezando a encontrarse en una situación privilegiada en este sentido según los datos que vamos a ver a continuación y que explican a la perfección por qué nuestro país ha sido capaz de abandonar la situación crítica en la que se encontraba inmerso hasta hace no demasiado tiempo.
El primer dato al que vamos a hacer referencia fue publicado en el diario ABC e indicaba que las exportaciones españolas habían crecido un 1’4% en los ocho primeros meses del pasado 2019. Aunque es cierto que el artículo asegura que este es el peor dato desde 2014, no cabe la menor duda de que un crecimiento, aunque sea ahora menor, durante cinco años seguidos es síntoma de que estamos empezando a trabajar con verdadera eficacia en materia de exportaciones y que nuestra economía, poco a poco, va teniendo menos cosas que envidiar de la del resto de países que, por ejemplo, forman parte de la Unión Europea.
A finales del pasado mes de enero, una noticia que fue publicada en la página web del diario El País aseguraba que España había crecido un 2’5% en 2018 a causa del tirón de la demanda interna, cosa que, desde luego, también es realmente importante. Pero también es cierto que la noticia asegura que otra parte de culpa de este tipo de cuestiones tiene que ver con el crecimiento de las exportaciones, algo que resulta clave y que no puede ser olvidado por parte de ningún gobierno, sea del color que sea, so pena de trastabillar a la economía nacional.
La exportación de productos sigue siendo complicada cuando no nos dirigimos a un mercado como el de la Unión Europea. En el caso de España, tenemos un problema en este sentido puesto que comerciamos de una manera constante e importante con América Latina, con la que no tenemos un mercado común. Los profesionales de una entidad como Star-Cargo, dedicada al transporte de mercancías y que también se encuentra especializada en trámites aduaneros, nos han comentado que muchas empresas que tienen comercio en América Latina encuentran en esos trámites una de sus grandes preocupaciones. Y esto no va a favor de nuestra economía ni de nuestra sociedad.
Necesidad de implantar un mercado común con América Latina
Son bastantes las personas especializadas en el mundo empresarial y de los negocios las que han asegurado que convendría sondear la posibilidad de instaurar un mercado común con América Latina teniendo en cuenta la gran cantidad de negocios que tiene España en aquella parte del mundo. Por otro lado, se reconoce que esta no es una cuestión fácil porque, a diferencia de lo que ocurre con los países de la Unión Europea, tenemos todo el Océano Atlántico por delante, lo cual es algo que nos condiciona mucho y nos limita.
La Unión Europea, mucho más que una bendición
No cabe la menor duda de que lo que tenemos en Europa ha sido algo que ha revolucionado al mundo entero. La posibilidad de garantizar la libre circulación de bienes y mercancías ha sido realmente acertada y somos muchos los que nos hemos podido beneficiar de ello en alguna ocasión, desde las empresas hasta los clientes. En definitiva, las sociedades que componemos esa unión que muchos critican pero que es realmente útil para la vida tal y como la conocemos en los momentos en los que nos encontramos.
Pero sigue habiendo problemas en otras zonas del mundo cuando tratamos de hacer llegar hasta ellas una determinada mercancía. Se trata de un problema que genera bastante frustración pero que se puede llegar a resolver de una manera efectiva si se es capaz de dar con personas o entidades que conozcan de primera mano cómo funcionan estos asuntos. Esto es de una importancia bastante grande si lo que pretendemos es hacer seguir creciendo a una entidad y, por extensión, al país al que representa. Por eso conviene tener en cuenta la resolución efectiva de cualquier problema que tenga que ver con ello.