La vida sedentaria no es la mejor compañera de viaje a la hora de establecer un protocolo personal de salud para cada uno de nosotros. Ya se han encargado de decirlo un buen número de profesionales de la salud y numerosas personas dedicadas a actividades como lo son las deportivas. Todo el mundo es consciente en pleno año 2019 de que es fundamental mover el esqueleto y empezar a trabajar nuestras articulaciones, huesos y músculos. De lo contrario, tenemos un problema de bastante gravedad.
Muchas de las actividades deportivas que tiene la gente pasan por andar o correr, dos de los ejercicios que más se han puesto de moda (y que continúan haciéndolo todavía). Desde luego, es evidente que esas dos actividades tienen una importancia capital a la hora de, por ejemplo, perder peso. Pero sí que es cierto que entrañan un cierto riesgo si no tenemos el cuidado suficiente. Ser capaces de prevenir cualquier tipo de lesión es imprescindible. Y, para ello, es elemental el uso de calzado.
El calzado es un elemento de vital importancia en todos los sentidos, no solo en el que tiene que ver con lo deportivo. Sea cual sea el momento y en entorno en el que nos desempeñemos, es importante que nuestro pie esté perfectamente protegido porque basta con una simple torcedura de tobillo para que comience un proceso de recuperación que puede llegar a ser muy tortuoso, especialmente si la persona que lo sufre ya tiene una determinada edad. Y es que las posibilidades de que suceda un problema mientras caminamos son más altas de lo que pensamos.
Un artículo del diario El País hacía referencia a los datos que se desprendían del sector del calzado en los primeros 11 meses de 2017, en los cuales España exportó unos 148 millones de pares de zapatillas y zapatos. Este dato pone de manifiesto la importancia que se le da a la salud de nuestros pies, más que nada porque esos datos se refrendan con la gran cantidad de personas que han apostado por renovar sus zapatos con más incidencia en los últimos tiempos. Así lo cuenta ese mismo artículo de El País, llamado “el calzado: una tradición que se reinventa”.
Los números que se desprenden de la potencia del calzado en los últimos tiempos también han sido objeto de noticia en el diario ABC, que en uno de sus artículos publicó que el calzado que España exporta creció un 11% en el año 2015 y que la facturación de eso implicaba un montante cercano a los 3.000 millones de euros. Y es que, como decimos, son cada vez más las personas que desean tener un cuidado de sus pies ya sea durante una actividad deportiva o, simplemente, mientras caminan.
Son muchos los negocios minoristas que se están dando cuenta del aumento de la demanda que se está produciendo en lo que al mercado del calzado se refiere. Ya sea por una cuestión de salud a la hora de hacer deporte o de caminar o por los nuevos diseños que se vienen produciendo, lo cierto es que cada día más gente está interesada en adquirir un calzado que sea cómodo y, ante todo, seguro. Y muchos de esos negocios minoristas están tratando de encontrar un socio mayorista que les provea de este tipo de calzado. Esta es la situación que vienen notando desde Liquistocks desde hace un par de años, según hemos podido saber gracias a los profesionales de dicha entidad.
Una necesidad de todos los públicos
Si algo caracteriza al mercado del calzado es que cualquier persona, sea de la condición que sea, le necesita. La salud de los pies nos interesa a todos puesto que todos somos susceptibles de sufrir alguna lesión sin que sea necesario que incluso salgamos de casa para ello. No cabe la menor duda de que esto es lo que hace que cada vez un mayor volumen de gente se preocupe por una cuestión como esta. No hacerlo es prácticamente un suicidio.
Es especialmente importante que estemos pendientes de las necesidades de los más pequeños y también de los ancianos a este respecto, ya que son los sectores de población más vulnerables a sufrir cualquier tipo de daño en los pies. Pero no nos podemos olvidar de todas las personas que practican deporte de manera asidua y que exponen más sus pies a sufrir cualquier lesión o daño. No cabe la menor duda de que protegernos no está de más. Y el calzado es el elemento fundamental para ello.