Estás dos sencillas palabras inglesas, engloban un inmenso poder. Su traducción literal, grandes datos, abarca en su concepto, la última de las revoluciones digitales y el mundo empresarial. Las bases de datos normales, aportan de por si importantes cantidades de información al usuario. Es común introducir datos en bases de datos de forma habitual cuando formas parte de una empresa. Pero también lo hacemos de forma inconsciente, cada vez que realizamos búsquedas en le red o introducimos nuestros datos en alguna página web.
La información, es poder y el Big Data, cuenta con tanta información sobre el ser humano que el propio ser humano, no es capaz de gestionarlo por méritos propios. Este concepto, se utiliza en beneficio de las empresas y negocios para poder aprovechar oportunidades. La mayoría de los sectores hacen uso del Big Data y sus programas de algoritmos que definen las necesidades del sector.
Sin ir más lejos, hasta el sector inmobiliario, cada vez está más involucrado en la era digital. Así nos lo han confirmado los profesionales de Huella Digital. Ellos mismos sacan todo el partido a las bases de datos aportadas por el Big Data.
El Big Data, acapara tal cantidad de datos de una forma tan basta y compleja que no existe comparación con ninguna otra herramienta. Una estimación aproximada sobre los casi siete mil millones de dispositivos que hoy dio comparten información a través de la red, augura un aumento exponencial que triplique la cifra en tan solo, tres años. Realidad o no, la capacidad humana de manejar todos esos datos, es inexistente.
Para eso se creó el Big Data, para gestionar esos mares de datos que inundan la nube. Los gigantes como Google, se percataron de la importancia de manejar esa cantidad de datos en beneficio propio. Aprovechar tal cantidad de información, podía traducirse en análisis de consumo, comportamiento, etc. Con esa capacidad de analizar esa inmensa base de datos, podrían entenderse mejor los diferentes mercados y sectores. Igualmente, el comportamiento y necesidades del cliente, serian mejor comprendidos y atendidos.
En los últimos tiempos, el Big Data es fundamental para tomar decisiones más certeras y menos arriesgadas. Determinar o predecir las necesidades del consumidor ya no es una cuestión de intuición. Este cruce de datos infinito, convierte en realidad lo inimaginable.
Cómo lo hace
Los expertos, dan explicaciones muy complejas a cómo funciona el Big Data. Para los profanos, la explicación es muy sencilla: todos los datos que se introducen en la red, independientemente de su importancia, veracidad o actualidad, se almacenan. Todos es todos. La conocida huella digital, está presente en este medio y es, en lo que a muchos respecta, la responsable que de que pueda rastrearse a cualquier individuo que se maneje a través de internet.
Big Data se sirve de herramientas como los sistemas operativos o analíticos para almacenar y gestionar la información. Los sistemas operativos, gestionan grandes lotes de datos a través de los servidores. Estos lotes cuentan con nombre de entrada como inventarios, compras, personal, etc. En este caso, se habla de la información que una empresa gestiona en su día a día.
Cuando se habla de sistemas analíticos, se habla de complejidad. Estos sistemas son más sofisticados que los anteriores y cuentan con la capacidad de analizar y cotejar datos para proporcionar información que permita la toma de decisiones.
Para que lo hace
Obviamente para beneficio propio. Cada empresa o sector que cuenta con grandes bases de datos, utiliza Big Data con la mera intención de beneficiarse de la ingente cantidad de información que en ella existe.
A priori, este hecho puede resultar tan inofensivo como irrelevante. Es cierto que de ese cruce de información, el análisis y la gestión de los datos, surgen infinidad de proyectos, ideas o productos que muchos desean. Como si leyeran la mente de los usuarios, los empresarios, ofrecen lo que estos anhelan.
La doble moral de este juego en el que el usuario está totalmente expuesto, es de lo que el mismo usuario no es consciente. El simple hecho de encender un ordenador o el teléfono móvil ya aporta información importante para las empresas.
Lejos queda aquella sensación de pánico al realizar transacciones online, pensando que estábamos cediendo información que no debíamos. Ahora regalamos toda esa información y mucha más. Lamentablemente de forma inconsciente, innecesaria y en muchas ocasiones, inevitable.
Para eso está el Big Data, eso hace. Coger toda esa información y ponerla al servicio de las empresas y otras organizaciones.
Por qué es tan importante
Teniendo en cuenta que la información es poder, ya lo hemos dicho anteriormente, cada vez que se utiliza un dispositivo electrónico, los datos que se vuelcan son muchos. El popurrí de información debe ser clasificado y organizado de forma que sea de utilidad a las empresas.
Desde todo el contenido web que se obtiene a través de las redes sociales, hasta la información biométrica con la que cuentan muchos dispositivos, es importante.
Mientras que hace unos años, todo lo que se refería al análisis de datos partía de estudios de mercado, ahora, aunque todavía se llevan a cabo, no son tan necesarios. Está todo en la red. Nuestros gustos, preferencias, compras, fechas importantes, etc.
El Big Data almacena todo lo que pase por internet. Incluida la información que aporta la geolocalización. A muchos les tranquiliza saber que puede ser localizado en cualquier momento. Esté donde esté. A otros, esa idea no les seduce demasiado.
Ventajas para algunos
Big Data ofrece muchas ventajas y posibilidades. De eso no cabe la menor duda. Es cierto que la geolocalización, antes citada, puede resultar de una utilidad incuestionable en casos como perdida o extravío, de objetos importantes o sobre todo personas.
La utilidad de esta tecnología es notoria. No se puede negar lo que es más que evidente. Sin embargo, en algunos aspectos, puede resultar poco ventajoso para la gran mayoría. El control al que estamos sometidos sin saberlo, o sabiéndolo a medias, la información que regalamos pero en realidad, nos roban o el condicionamiento al que estamos sometidos mediante Big Data y todos sus sistemas operativos, analíticos o de búsqueda.
Los usuarios, conscientes o no de esta realidad, confiamos en el buen uso que debe dársele a una herramienta tan poderosa. Ya que nuestros datos están expuestos, que sean utilizados de manera que no perjudique a la sociedad, pero siga beneficiándola como hasta ahora.