A los que os gustan las ciudades con un encanto especial os proponemos una que conocéis de sobra e incluso en la mayoría de los casos habéis visitado, pero seguro que no habéis reparado en los lugares que a continuación os mostraremos, y es que en la sociedad en la que vivimos a todos se nos encauza, por ello, al margen de los típicos circuitos turísticos que nos ofrece una ciudad, poco conocemos de los barrios y callejones que distan del centro y en los que se esconden preciosos rincones, a menudo desconocidos, incluso por los vecinos de la ciudad. Os hablamos en concreto de Barcelona, donde mucha de la gente que visita la ciudad y que se hospeda en distinguidos hoteles como el Mercer Bòria Bcn aprovecha estos lugares poco transitados para pasar un buen rato y desconectar de sus quehaceres diarios.
Tal y como os hemos avanzado, existen lugares escondidos, los cuales enamoran al visitante y al propio habitante de la ciudad por igual. A escasos metros de puntos conocidos por todos como la fuente de Canaletas, las Ramblas, Montjuïc…, nos toparemos con preciosos rincones.
Barcelona es una ciudad cosmopolita, la segunda más grande del país, y podríamos decir que la entrada a España desde Europa, aunque también conserva ese punto de sencillez que a todos nos hechiza y atrapa, invitándonos a conocerla y explorarla a través de rincones en los que desconectar y pasear tranquilamente. Estos lugares de los que os hablamos hoy son claustros, pasajes e incluso plazas que podríamos decir que pertenecen a otra época, un tiempo en el que recorriéndolos podrás evocar una ciudad pasada, una zona que rememora la esencia de un pueblo que ahí había y que ahora forma parte de un barrio de una gran ciudad con una no menor historia.
Comenzamos este repaso pos los lugares desconocidos de la Ciudad Condal con el antiguo Convent de Sant Agustí, que se sitúa en la calle del Comercio y que pertenece al sigo XIV. De la estructura original solo se conserva el claustro gótico y una pequeña parte del edificio, ya que en 1714 se derribó y pasó a ser un cuartel militar para luego, tras años dedicándose su uso a ese fin, pasar a ser un centro cívico que con un proceso laborioso de restauración. Hoy cuenta con una gran cantidad de actividades.
Seguimos nuestro viaje por uno de los edificios con más historia de la parte derecha del Eixample, y es la Basílica de la Purísima Concepció, que está situada en la calle Aragó. Se construyó durante el siglo XIII. Esta construcción que como os decimos se encuentra en la calle Aragó se edificó en la Via Laietana, y su función fue acoger un monasterio de monjas. Pero las diversas ampliaciones de la ciudad obligaron a trasladar el edificio a su actual emplazamiento. En este edificio podemos descubrir un bonito claustro construido en dos pisos con galerías durante el siglo XIV y un tranquilizador jardín en el que pasar unas relajadas tardes durante nuestra estancia en Barcelona.
En Sarrià os recomendamos dos plazas por su encanto y tranquilidad, concretamente la Plaça de Sant Gaietà, que tiene un aspecto muy similar a un patio de vecinos y que conserva un aire extremadamente tranquilo y romántico en el que no nos encontraremos más que numerosas macetas, una bonita buganvilla y una decena de vecinos departiendo; y la Placeta del Roser, que consta de una fuente no muy grande, la cual servía hace unos años como manantial del barrio y hoy inunda el lugar de un claro toque romántico. Esta plaza se sitúa junto a la Rectoría y la Iglesia de Sant Vicenç. Sin abandonar el barrio os podéis pasar también por Can Margenat, un edificio de tan solo tres plantas construido en piedra y con un marcado estilo gótico en uno de sus extremos.
Pero estos que os hemos mencionado son solo algunos de los ejemplos de los lugares perdidos por los que podemos escondernos en Barcelona y disfrutar tranquilamente de unos días de descanso en la capital catalana, todavía hay muchos más que os iremos contando o en los que podéis adentraros vosotros mismos para descubrirlos por vuestra cuenta.